El trabajo explora la infancia y los mundos imaginarios en la producción literaria de Ana María Matute, centrándose en su novela Paraíso Inhabitado. La infancia se aborda como un sujeto literario complejo que trasciende lo biológico, siendo un espacio de posibilidades, contradicciones y, a menudo, un refugio para la imaginación frente a un mundo adulto hostil. La obra de Matute está profundamente marcada por la Guerra Civil Española y el franquismo, presentando a niños vulnerables que usan la fantasía como mecanismo de resistencia y comprensión. Paraíso Inhabitado narra la vida de Adriana, una niña que crea un rico universo interior como santuario ante la soledad y la incomprensión familiar. El trabajo detalla el estilo lírico de Matute, que fusiona realismo y elementos mágicos, y destaca su legado como voz empática y crítica de la condición humana y la infancia, influyendo en generaciones posteriores de escritores.