Un determinado lugar no es solamente la intersección de dos coordenadas sobre el eje terrestre. Puede estar cargado, sin embargo, de «otros» significados que lo hacen inmediatamente distinto del resto de los lugares que no poseen una importancia simbólica análoga. Así ha sido en Tierra Santa desde los primeros siglos de la era cristiana. En este horizonte se ubica este libro, una serie de meditaciones que, desde Belén hasta Emaús, conduce al lector por las etapas clave de la parábola existencial de Jesucristo a través del recuerdo y la meditación en los lugares clave en los que vivió y trabajó a partir de lo que nos ha legado la tradición evangélica. Ha llegado el momento de redescubrir el corazón palpitante de nuestro mundo, evitando sufrir pasivamente la fuerza centrífuga que muchas veces nos aleja de nuestro centro para arrojarnos a suburbios inhóspitos.